Infarto de la mente

Infarto de la mente, vil suplicio,
dispares convergencias en el pecho,
seré isla solada si en el lecho
me cubre un chal, aflujo de mi vicio.

Pensante soy, del ego gentilicio.
Demonio alfil, izquierda del derecho,
elocuente, desnudas al despecho.
El único jurado de mi juicio.

Angelical certeza dame cara,
“es o no” colisiona la doctrina.
Consorte frígido, con dúctil ara,

anclaste la mayúscula pamplina.
Pretendo, al concebir la honesta vara,
lucubrar del café la cafeína.

José Vidal – Pepín 2007 ©

email: jvidal77@hotmail.com

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