La vida y el amor pueden ser del color gris. Triste es el color gris y puede ser  más gris cuando el amor se ha ido para nunca volver. Gris como el invierno.

De gris...

En la gala de los bosques
un buen árbol dijo al sol:
-No quiero vestidos verdes,
a gris cambio mi color-.

No lo pude descifrar,
tiene el árbol nueva piel,
su tronco guarda en secreto
memorias de mi niñez.

Confidentes de la noche
en los astros fuimos luz,
allí pregunté a la gloria
si quería igual que tú.

Una tarde me dijiste:
-Quedó el árbol sin virtud.
No retorno, me iré lejos,
eres norte, busco el sur-.

La mirada es un crío
que define al corazón,
esa tarde fui semilla
del silencio más feroz.

Si el silencio anda en sombras,
las sombras anduve hoy.
Como el árbol que fue verde,
también gris camino yo.

José Vidal – Pepín 2007 ©

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